Adaptación al colegio


Evita que la situación se convierta en un trauma para ellos

 

Para unos es su primera vez, para otros un duro regreso y para los padres un sinfín de gastos que parecen no terminar nunca… La vuelta al cole no es tan fácil como parece. Te ofrecemos una serie de consejos para que el regreso se realice de la mejor manera posible.

Rosalía Torres / Redacción.
Asesorado por: Itziar Martínez Amat /Psicopedagoga.

Se estima que en la actualidad el 10 % de los niños sufren un trauma temporal a la hora de volver al colegio. Esta situación es más frecuente en personas tímidas, poco sociables y con miedo a la novedad.

Cuando llega septiembre los padres se echan las manos a la cabeza. Los niños se vuelven perezosos para levantarse, para hacer los deberes, etcétera. ¿Qué está pasando? ¡Empieza el cole! Normalmente la mayoría de los pequeños suelen tener ganas de regresar al colegio, de ver a sus amigos, de los que han estado separados durante todo el verano pero, para otros, la vuelta al cole se hace cuesta arriba; volver a la rutina y a los madrugones y acabar con su merecidas vacaciones les supone una situación difícil de superar. Todo dependerá del carácter del niño y sobre todo de cómo pasó el año anterior; si fue divertido y satisfactorio recordará el colegio como algo positivo y no mostrará problemas para acudir a él.

Por otra parte, está el caso de los niños que van a acudir por primera vez a un centro escolar, que se van a encontrar con situaciones nuevas que les resultan desconocidas. En ambos casos, los niños se irán adaptando a las nuevas situaciones de una manera paulatina y progresiva.

Según explican expertos de la Universidad de Harvard, una de las mejores formas de ayudar al niño a superar su ansiedad ante la vuelta al cole es hacer de este lugar un sitio lo más familiar posible, por lo que recomiendan que antes de que empiece el curso, sobre todo si es el primero para el niño, se visite la clase y se permita al niño que juegue en el patio y que inspeccione el edificio. De este modo, el niño no verá el colegio como un centro extraño y ajeno a él, la toma de contacto anterior al inicio de las clases es fundamental para que el pequeño inicie su etapa escolar del mejor modo posible.

Proceso de adaptación

Tanto si tu hijo es principiante como si es veterano, va a ser fundamental el apoyo de los padres y del ambiente en el que se desarrolla el niño. Al igual que los adultos reaccionamos con nervios y ansiedad ante situaciones nuevas, los niños, aunque son pequeños, también sufren estas sensaciones y sentimientos. Tenemos que ser pacientes y demostrarles que estamos tranquilos y seguros, que les apoyamos en todo momento.

Hay que hablar con ellos de la nueva situación, de lo que van a ver, sentir y vivir. Los padres han de procurar vivir con los niños todos los momentos que se irán sucediendo antes y después del comienzo de las clases como comprar con ellos los materiales necesarios, los uniformes, los libros, forrarlos juntos, etcétera, todas esas cosas que si las hacemos con ellos les haremos participes de todo el proceso y que muchas veces ayudan en los momentos críticos como puede ser el primer día de clase.

Pero exigir y pretender que todo sea maravilloso desde el primer día no nos ayudará en nada. Es aconsejable que antes de que los niños comiencen el colegio o la guardería, los padres durante el final de las vacaciones dediquen tiempo a ayudarles a que el cambio no sea tan brusco y repentino y que la vuelta al cole sea una experiencia buena:

Pautas de actuación con los veteranos:

* Antes de empezar el colegio, organizaros y no dejéis las cosas para el último día.
* Informaros de los profesores que va a tener el niño, de los materiales que necesitará, de las actividades extraescolares que hay en el nuevo curso, etcétera.
* Durante las vacaciones no conviene que los niños estén todo el día jugando y viendo la tele. Existen un montón de actividades que son juegos pero que a través de ellos estamos induciendo al aprendizaje de una manera diferente y divertida: salir al campo, ir a la compra… Aunque no lo creamos estaremos trabajando ciencias y matemáticas.
* Si durante todo el verano el niño se ha ido a la cama un poco más tarde, ha desayunado y comido a diferentes horas, no podemos pretender de la noche a la mañana volver a establecer las rutinas que conlleva empezar el colegio. Deberíamos ir cambiando poco a poco los horarios para que se vayan adaptando y luego no les cueste tanto.

Pautas de actuación con los más peques:

* Los primeros días conviene que los niños vayan a la guardería solamente unas horas, no la jornada completa y que poco a poco se incremente el número de horas.
* A la hora de las despedidas no las alargues, si lo hacéis, lo único que conseguiréis es que el niño se sienta inseguro. Debemos mostrarles que estamos seguros de lo que estamos haciendo.
* Es bueno que dejemos al niño llevarse su peluche o juguete preferido, le puede trasmitir seguridad y tranquilidad.
* Sería beneficioso para el niño que durante los primeros días la madre y el padre le lleven y le recojan juntos de la guardería.
* Por la mañana tranquilidad: prepararos sin prisas y sin agobios para que el niño llegue a la guardería relajado.
* Hay que estar al día de las comidas que realizan los niños, los cambios de pañal, etc.
* Cualquier cambio que observéis en el niño y que os genere dudas comunicarlo a los responsables de la guardería.

Un momento muy especial

Debemos conseguir que la vuelta al cole sea tanto para nuestros hijos como para nosotros un momento muy especial que se viva con ilusión y con entusiasmo por el nuevo mundo que espera en el colegio: nuevos libros, nuevos conocimientos, nuevos aprendizajes, nuevos hábitos, nuevas relaciones, mayor autonomía… es decir, diferentes experiencias, todas ellas muy importantes, para el desarrollo de los pequeños. ¦

Prepárales un buen desayuno

Los expertos en nutrición aseguran que el rendimiento escolar matutino guarda una estrecha relación con la calidad del desayuno. Para que tu hijo comience la mañana con fuerza, es necesario que tome un desayuno sano y equilibrado que le aporte toda energía que va a necesitar para su jornada escolar.

Un desayuno compuesto por una taza de leche y una tostada con mantequilla y mermelada o unos cereales de trigo, avena o maíz y una pieza de fruta o un zumo natural será ideal para ellos.

¿Tienes que dejarle en la guardería? ¿Cuál es la más adecuada?

Elegir una guardería no es una tarea fácil. Es importante hacer una buena elección ya que ahí comenzarán a formarse nuestros hijos. Debemos buscar una guardería que reúna los siguientes requisitos:

* Debe contar con profesionales especializados. Los que atiendan a niños de 0 a 3 años deben tener como mínimo un título de Jardín de Infancia y los que atiendan a niños de entre 3 y 6 años deben ser titulados en Educación Infantil.
* Si en el centro hay matriculados niños con necesidades educativas especiales, éste debe contar con recursos humanos y materiales de apoyo aptos para ellos.
* Tiene que ajustarse, tanto si es pública como privada, a la normativa vigente y a los controles higiénicos (las ventanas deben estar fuera del alcance de los niños o provistas de rejas, las puertas deben tener un sistema para evitar pellizcos en los dedos, enchufes fuera de su alcance, mesas romas, etc.)
* Es importante que ofrezca a la familia un ambiente acogedor.
* El número de niños por clase dependerá de las edades:
– Entre 3 y 6 años: 25 niños por clase.
– Entre 1 y 2 años: 20 niños por clase.
– Niños menores de 12 meses: 8 niños.
* Los espacios tienen que ser amplios y exclusivos con acceso independiente al exterior. Tiene que haber por cada niño, dos metros cuadrados mínimo en las aulas y para los más pequeños, las áreas de descanso e higiene deben estar bien diferenciadas. También deben existir zonas o salas de usos múltiples, cocina y comedor separados.
* La guardería tiene que contar con patio o zona de recreo exterior, al aire libre y de uso exclusivo de la guardería. Por cada nueve aulas o fracción el patio debe tener una superficie superior a los 75 metros cuadrados.

¿Y cuanto cuesta?

En ocasiones la guardería privada es la única opción de los padres, su precio puede oscilar entre los cerca de 400 euros, las más caras y los 115 las más económicas. En este precio suele ir incluido la jornada completa, comida y desayuno.

La vuelta al cole, ¡Lo que cuesta!

El inicio del curso supone una gran carga económica para las familias, según datos ofrecidos por la Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU), cada niño con plaza en un centro público en la Comunidad de Madrid supondrá un gasto cercano a los 700 euros, para los escolarizados en un centro privado el gasto ascenderá a unos 1.700 euros y los gastos para los niños que acudan a un centro concertado se situarán en torno a los 1.500 euros.

Concepto Colegio Privado Colegio Concertado Colegio Público
Matrícula 315 150
Mensualidad 485 265
Libros primaria 210 200 200
Libros secundaria 305 235 220
Uniformes 410 371
Material escolar 115 89 80
Comedor 168 120 92
Transportes 125 100 90
Total 1733€ 1530€ 68€

 

* Previsiones de gastos de la vuelta al colegio para el curso 2005-2006 en la Comunidad de Madrid. Últimos datos aportados por la Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU).

Consejos para que la vuelta al cole nos salga más económica:

1- Material escolar:

* Compare precios en distintos establecimientos y no se deje llevar por sólo las ofertas que recogen los folletos publicitarios de las grandes superficies comerciales.
* Recuerde que no hay ninguna obligación de comprar los libros de texto o el material escolar en un establecimiento o colegio determinado. Si se lo imponen puede denunciarlo en una asociación de consumidores y usuarios.
* El etiquetado del material escolar debe figurar en castellano, con una medición de la edad para la que está recomendado. Si detecta productos con irregularidades reclame para que se retiren del mercado. Prestar especial atención al material que se vende en tiendas de «todo a cien».

2- Prendas de vestir:
* Hay que tener en cuenta que cuando dan el «estirón» se suelen quedar pequeñas por lo tanto es importante elegirlas bien para que al menos duren un año.

3- Consejos para la compra:
* Verifique la talla, el acabado, la composición y las instrucciones de lavado.
* Compruebe el buen funcionamiento de los cierres, botones y cremalleras.
* Elija prendas con suficiente amplitud para ajustarlas conforme aumente la estatura y complexión del niño; y compruebe que las costuras tienen tela suficiente para poder aumentar el largo o el ancho si es necesario. Elija prendas confeccionadas con material de buena calidad, aunque resulten algo más caras, ya que durarán más tiempo.
* Datos aportados por CECU.

Los padres en el cole, también debemos tomar parte.

La labor educativa mejora cuando los padres colaboran y se implican con el centro escolar.

Está demostrado que la labor educativa de la escuela mejora notablemente cuando existe una colaboración e implicación de los padres con el centro. Esta implicación es sumamente beneficiosa para los padres, para el alumno y por supuesto, para los profesores, que gracias al contacto con la familia pueden conocer mejor los requerimientos, aptitudes y necesidades de cada escolar, por lo que así mejorarán su actuación docente.

Por otra parte, esta colaboración también es muy útil para los padres ya que tras el contacto con los profesores y el intercambio de opiniones podrán desarrollar nuevas habilidades educativas con sus hijos.

Y para el niño… ¡múltiples beneficios!

Suelen lograr mejores resultados académicos, dedicar más tiempo al estudio, atender más en las clases y por supuesto saber que tienen unos padres con los que pueden contar.

La participación de los padres en la escuela se basa en:
* Tutorías: En ellas los padres se reúnen con los profesores para llegar a acuerdos sobre la forma de trabajo y los objetivos a seguir.
* Entrevistas personales: Los padres se tienen que preocupar de concertarlas con el profesor: establecer fecha y hora. En ellas se podrán plantear todas las dudas sobre el trabajo del niño y el profesor les puede poner al corriente sobre como lleva el curso.
* Asociaciones de padres y madres de alumnos: Más conocidas como APA, se crean por iniciativa de los padres y en ellas pueden participar todos los padres de los niños escolarizados en el colegio en cuestión. Su actividad se centra en organizar actividades culturales, deportivas, viajes de fin de curso, etcétera. Las reuniones del APA normalmente se realizan en el centro escolar, en algún aula habilitada para ellos.
* Ayuda en los deberes: Es necesario que ayudemos a nuestros hijos cuando tengan tareas escolares. Siempre explicando o resolviendo dudas, pero nunca realizándolos por ellos y supervisando que el niño lleve las tareas al día.

10-14 MI PEDIATRA TEMA DEL MES 8 26/7/06
http://www.aeped.es/mipediatra/pdf/8_septiembre2006_tema_cole.pdf

La adaptación de Sandra al colegio

Nunca pensé que Sandra pudiera tener dificultad para adaptarse al colegio. Aunque no ha ido a guardería y es pequeñita (de finales de noviembre), siempre se ha relacionado perfectamente con los niños de su edad en el parque, y cuando alguna vez la hemos dejado en una ludoteca, se ha quedado allí sin problemas.

Pero para eso tenemos hijos, para sorprendernos. Llegó el día de ir al cole. Yo aproveché mis vacaciones para hacer con ella la adaptación progresiva (muy muy progresiva en su cole). Y los primeros días fue bien. Pero a partir de que empezaron a ir todos los niños juntos, empezó a llorar al quedarse en el aula. Luego empezó a decir que no quería ir, y a preguntar compulsivamente porque tenía que ir y porque yo no iba con ella. Finalizó el periodo de adaptación, y comenzó la doble jornada. Doble llanto. Y lloraba lo mismo si la que la acompañaba era su tata.

A lo largo de 3 semanas el problema se hizo cada vez peor: Sandra empezó a tener pesadillas a diario, a desvelarse. Dejaba de jugar con otros niños para venir junto a mí o su tata y decir que no quería ir al cole. Se convirtió en su obsesión. Hasta el punto de que hablando del tema llegaba a llorar los fines de semana, cuando no tenia que ir. Llegó a tal extremo que le dije que no tenia que ir, que si no quería, no hacia falta, y que no iría más al cole hasta que creciera un poco. Pero tampoco quiso dejarlo (fffiiiiiuuuuu). Paralelamente, empezó a ir a una academia de inglés. Y curiosamente ahí ha ido siempre sin problemas.

Finalmente, tras este periodo de tres semanas y viendo que la cosa no mejoraba, decidí entrar en acción. Pedí cita con el orientador del centro y con su tutora. Ambos habían hablado ya del tema entre ellos.

En la reunión con ambos, sus explicaciones fueron similares:

– Que el problema era su hermano: que tenia celos de que él se quedara en casa. ¿Por que? Porque hablaba mucho de mama, de tata y de Carlitos.

– Que podía ir mejor si la dejaba en el comedor (es la única niña de su clase que no come allí)

– Que no participaba de las actividades de la clase, y que era muy terca. Que hacia algún berrinche casi a diario.

Y mis repuestas también:

– Sandra tiene celos de su hermano en una medida rigurosamente normal (quitarse juguetes y poco más), y que en este tiempo no había observado ningún cambio en este sentido que pudiera relacionar con el inicio del cole.

– Que el problema era el colegio, claramente, y que el tiempo en él se le hacía muy largo (me aburro mamá, porque es mucho tiempo)

– Que estoy dispuesta a ayudar a mi hija en su adaptación, pero que el problema lo tienen ellos en el aula, y yo solo puedo ayudar. Les expliqué que Sandra es una niña a la que el «no» sin más y las ordenes no le sirven, y que sin embargo, cualquier razonamiento mínimo haría que entrara a cualquier propuesta. Les hable de ella en casa: que juega sola muchos ratos, inventa sus propios juegos. Que participa en todo lo que se le propone. Vamos, que no parece la misma niña de la que ellos hablan.

– Que conocía bien a mi hija, y que el hecho de que todo el mundo insistiera en decir en el colegio «No llores que eso son mimos» o «No llores que ya eres muy mayor», la hacía sentir mal. Y que el hecho de no ser capaz de parar de llorar, le estaba suponiendo parte del problema, ya que creía que no llorar era una obligación. Les pedí que a la llegada al aula, en lugar de mencionarle que estaba llorando dirigieran su atención a otra cosa «Qué guapa vienes hoy», «Qué tal tus tortugas».

– Les pedí que me explicaran qué rutinas se siguen a diario en el colegio.

Con toda esta información ese mismo fin de semana empecé a trabajar con los siguientes mensajes:

– Es normal que llores. Lo haces porque te pones triste y cuando ya no te pongas triste, dejarás de llorar.

– La profe te manda hacer las cosas de determinada manera siempre para que aprendas algo. No siempre te podrá explicar qué es. Cuando esto pase, haz lo que ella te manda y luego me preguntas en casa pro qué.

– Hemos habilitado una habitación en casa y jugamos al cole reproduciendo las rutinas que me contaron (ponemos babi, la foto en el panel, hacemos ficha, merendamos….) unas veces es ella la profe, otras yo.

– He hecho un tablero en el que le doy puntos por ir al cole (no por ir sin llorar, solo por ir).

La semana siguiente a esta campaña de fin de semana, empezó no llorando una tarde, el martes sí lloró, pero el miércoles ya no lloró nada y los demás días tampoco. Ha dejado de tener pesadillas, y ha vuelto a parecer feliz cuando juega.

La conclusión es: que nadie mejor que nosotras conoce a nuestros hijos. Seguid vuestra intuición. Y que se puede colaborar con el colegio, si los profesores muestran buena disposición para ello.

 

EN EL CAFÉ

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