Desde el post de sole con el libro de Pollan y el de guio con la comida de los bebés, no hago más que darle vueltas. Y es que si no hay demanada no hay producto.
He recibido una lista por mail (soy socia de una cooperativa de comida ecológica y me mandan noticias, y, bueno, yo leo y luego me creo una parte) sobre los famosos E. Muchos no deben ser consumidos por niños. Otros no deben serlo por personas con asma o problemas respiratorios (es un artículo muy alarmista , que dice: ¡en gran cantidade es letal!¡y hasta la sacarina es cancerígena!) Pero me da que pensar el poco cuidado que tenemos al comprar la comida en las tiendas. Se sonríen cuando voy con Julio y me dice: Lee mami a ver si tiene grasa de la mala…Pero es que pararse a leer los ingredientes de las Oreo, por ejemplo…no sabes qué comes.
Tenemos tanto poder en nuestras manos y tanta información que, a veces ve una cosas en los estantes de los super y ¡no me creo que un yogur antiarrugas tenga un comprador!
Desde hace un tiempo he eliminado de casa la comida preparada. No había mucha, pero si algún revuelto o cosas así. He eliminado los productos con ingredientes desconocidos para mí. Lo de galletas sin jarabe de glucosa, como no las haga yo….
Hasta he encontrado harina molida en molino de piedra.
Pero sin ser tan radical como yo (es que suena tan pijo lo de la harina y total, el pan que como es de masa precocida) qué podemos hacer para frenar esto?
¿Os acordais de las tiendas de cuando nosotras teniamos 6 o 7 años?
Lee la discusión que se ha generado:
[Aquí venía un enlace al foro donde se discutía la cuestión. El foro ya no existe]
Lee el artículo de Michael Pollan.